18 de febrero de 2011

Como el Correcaminos del Coyote


Según Shearson Lehman el compromiso es lo que transforma una promesa en realidad, entonces ¿cuándo nos comprometemos en una relación estamos prometiendo un futuro que no sabemos si ocurrirá? ¿Es el COMPROMISO un nombre traicionero que nos impide ser “simplemente feliz”?


Desde mi último compromiso con un hombre con el que compartí cuatro años de mi vida, no he logrado entablar una “relación con nombre”, de hecho cuando la veo venir recuerdo a mi abuelita diciéndome “soldado que huye sirve para otra guerra” consejo que he seguido al pie de la letra, pero que no puedo seguir practicando, ya que le he hecho daño a personas que verdaderamente les tengo demasiado afecto. Cada vez que huelo que él quiere pasar a la siguiente etapa, me arranco e incluso una vez era yo la que estaba comenzando a necesitar compromiso y termine lo que nunca comenzó ¡Y hui como el correcaminos del coyote!

Pero lamentablemente no puedo seguir como el correcaminos que huye del Coyote, ya que me pasara lo mismo que a él, seré atrapada por un astuto Coyote que pintara un caminito en la pared ¡que no será real! Pero lucirá tan verdadero que no lo notare, estrellándome, para luego ser devorada por el malvado Coyote.

— ¿Ahora comprenden el miedo inevitable que siento ante el más mínimo indicio de “deseo de compromiso”? —

La mayoría de las personas comprende las “relaciones con nombres” como sinónimo de propiedad privada, lo que significa que el pololeo, el noviazgo, el matrimonio significan una especie de fusión con derecho de propiedad, es decir el otro pasa a ser ¡tuyo! Y en ese preciso momento comienzan las restricciones a ciertos amigos, a ciertos lugares, a ciertas actitudes y luego siguen los celos, luego llega el momento en que ya no  eres TÚ, ahora eres NOSOTROS, lo que al principio es genial! Pero luego se acaba el encantamiento y ya no te parece tan entretenido. Y en ese momento es cuando TE NECESITAS a ti misma y TE EXTRAÑAS, pero no puedes alejarte de él porque ya lo quieres mucho.

Y si Arjona nos dice que en las relaciones 1 + 1 siempre es 1, yo digo que las matemáticas (aunque las detesto) ¡tienen la razón! 1 + 1 siempre será 2, y aunque decidamos caminar por la vida junto a alguien, nunca debemos olvidar que somos seres apartes, con intereses, sueños, aspiraciones individuales, que a veces sacrificamos por complacer a nuestra pareja. Lo que sí es difícil es encontrar a un hombre que piense igual que tú, es por eso que debemos planteárselo a él, explicarle tu sistema de SER SIMPLEMENTE FELIZ, cada día, cada momento, sin obligaciones, sin compromisos que aseguren que una promesa se hará realidad ¿cómo podemos prometer algo que no sabemos si ocurrirá? Vivamos el momento, sin ignorar que el futuro existe y aprendiendo del pasado. Saludos queridas :) 

2 comentarios:

La Fashionista Pobre dijo...

me gusta!

Carla dijo...

Es simple.... cuando uno tiene las cosas claras, por mucho amor a la otra persona no se produce la simbiosis típica que vemos todos los días en la vida.
Cuando hay amor, cada uno respeta la individualidad del otro y los espacios...e incluso los tiempos de esa persona,en especial cuando lo conociste en su formato de "unidad".
A mi me tuvieron que esperar harto porque el compromiso fue un paso que no se da concientemente, es algo que fluye de forma natural y sin presiones de ninguno (ni la pareja, familia o sociedad)

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