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Cuando mi amiga me conto su historia conocí la existencia de Romeos y
Julietas en tiempos modernos, en los cuales el mayor impedimento no eran
familias “metiches” y que un celular no era suficiente para el final
feliz que siempre espere de la trágica historia de Shakespeare.
Resulta que a mi estimada se le ocurrió la genial idea de crear un
correo falso para simplemente hablar con el sujeto que le robaba los
sueños (como un método de tortura o algo por el estilo) y le puso al
correo julietafinalfeliz@hotmail.cl con el
intimo deseo de que este se interesara en ella por lo que es y que a la vez el
nombre de Julieta le diera ese toque mágico y romántico que necesitaba su vida.
Al pasar una semana de largas conversaciones, en las cuales surgieron emociones
y un vínculo incierto, en el que mi amiga soñaba todas las noches con su
querido Romeo, se presentó la oportunidad en que ambos querían asistir a un
evento X (los lugares no serán revelados para proteger la verdadera identidad
de sus protagonistas) entonces ella no se resistió y decidió asistir, después
de todo ¿Qué podía perder?
Y llego el momento Chan! Chan! Chaann!!!!! Estaban ahí los dos tan
cerca y tan lejos a la vez, ya que los separaba la fría indiferencia de él… esa
noche él estuvo en el lugar media hora y se fue… Ella quedo devastada, sin
entender nada, formulando mil hipótesis de lo que le paso… al otro día confirmo
que ninguna era cierta… él simplemente no quería que fuera ella su Julieta… Lo
que paso después es historia…Julieta se quedó sin su romeo!
Esta historia trajo a mis pensamientos el necesario deseo de aprender de
mis errores y de no temerle a las equivocaciones, después de todo son estas las
que te enseñan lo dura que es la existencia y lo fuerte que debemos ser ante la
adversidad y que hay que atreverse más en la vida, para que no seamos Julietas
que desconocemos que romeo meramente ama a otra doncella y así al fin podamos
dar la vuelta e investigar otros rumbos.
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